La Reina Isabel II ha sumado un nuevo problema en el Palacio de Buckingham. Tras la polémica por el abandono como miembros de la familia Real de Meghan y Harry, el escándalo de la amistad del príncipe Andrés con el acosador sexual Jeffrey Epstein y la llegada de una dura pandemia que ha provocado una crisis mundial, ahora la casa real se ha visto salpicada por un delito relacionado con drogas.
De acuerdo a The Sun, uno de los guardaespaldas de la reina, miembro de la Guardia Coldstream, fue arrestado el martes por la Real Policía Militar y ha sido apartado de sus deberes reales en espera del resultado de una investigación que se ha abierto contra él bajo sospecha de posesión de drogas.
Tras un registro en su habitación y en su automóvil, descubrieron que el soldado tenía nueve bolsas de cocaína y ketamina entre sus posesiones. Incluso afirman que encontraron restos de cocaína en uno de los baños del Palacio de St. James, recoge Vanitatis.
"Podemos confirmar que la Policía Militar Real ha arrestado a un soldado de la Guardia Coldstream por un presunto delito de drogas. Sería inapropiado hacer más comentarios", comentó un portavoz del Ejército a Daily Mail.
La Guardia Coldstream es el regimiento de servicio continuo más antiguo del ejército británico. Además de servir como un regimiento de infantería de élite, tiene un papel ceremonial como protectores de los palacios reales, incluidos el Castillo de Windsor y el Palacio de Buckingham.
Aunque el caso no tiene nada que ver con ningún miembro directo de la familia real, cualquier escándalo es poco conveniente en estos momentos en los que, tras un año repleto de polémicas, lo que más interesa es mantener un perfil bajo y ofrecer la mejor de las imágenes de la realeza al mundo.