Por años los hinchas y periodistas han intentado llegar a un consenso sobre quién es el mejor futbolista de todos los tiempos. Mientras algunos aseguran que el más grande es Diego Armando Maradona, otros no dudan en señalar a Lionel Messi como el crack del balompié.
Seguramente cansado de las comparaciones y como una forma de recordar a los hinchas cómo ha cambiado el fútbol con el correr de los años, el ídolo del Nápoles publicó un video en su cuenta de Instagram, con un contundente y desafiante mensaje: “La 10 va a ser siempre mía”.
El registro corresponde a su debut en la Selección de Argentina, en un partido contra Venezuela, en las eliminatorias de 1985. “El Pelusa” envió un contundente recado a los periodistas y a quienes no se cansan de las comparaciones.
“Era otro mundo. Al llegar a Venezuela, una persona me rompió la rodilla de una patada, entrando al hotel. Eso hoy no podría pasar. Por eso le digo a los periodistas, que hoy hacen mil comparaciones, mil estadísticas, a los que piensan que descubrieron el fútbol, que no se puede comparar”, señaló.
Maradona señala que en su época era muy distinto al fútbol actual, desde las canchas, la pelota e incluso la alimentación. “El Fair Play no existía, te cagaban a patadas. Y si no tenías la copa del mundo, no había paraíso”, aseguró.
“Por eso, Bilardo armó una selección con jugadores locales durante los primeros años. No hubo ‘europeos'”, agregó, en clara referencia a los jugadores actuales que militan en el viejo continente.
El texto finaliza con un desafiante mensaje que no dejó indiferente a nadie y que muchos interpretan como una forma de zanjar la eterna comparación con Messi.
“Con todo esto quiero decirles que yo no me borré. Que yo NUNCA me saqué la camiseta de la selección. No le mientan a la gente. Que la cuarentena no les afecte, muchachos. Porque aunque en algún momento yo no haya estado, la 10 va a ser siempre mía”, sentencia.
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Hoy se cumplen 35 años de este partido de eliminatorias contra Venezuela, en 1985. Yo ya había jugado dos amistosos antes, contra Paraguay y Chile, unos días antes. Pero este era mi primer partido oficial, después del Mundial 82. En esos casi tres años de ausencia, tuve hepatitis, una fractura de tobillo, y los problemas que teníamos los "extranjeros" para jugar en la selección. Antes no habían fechas FIFA, los clubes te retenían el pasaporte, y las federaciones no estaban obligadas a cedernos. Aquél era OTRO FÚTBOL. Era otro mundo. Al llegar a Venezuela, una persona me rompió la rodilla de una patada, entrando al hotel. Eso hoy no podría pasar. Por eso le digo a los periodistas, que hoy hacen mil comparaciones, mil estadísticas, a los que piensan que descubrieron el fútbol, que no se puede comparar. Antes no era como ahora. Era todo distinto. Las canchas, la pelota, los botines, el arbitraje, el entrenamiento, la alimentación, la medicina, el periodismo, los medios de comunicación, el transporte, los hoteles, el descanso. El Fair Play no existía, te cagaban a patadas. Y si no tenías la copa del mundo, no había paraíso. Por eso, Bilardo armó una selección con jugadores locales durante los primeros años. No hubo "europeos". Passarella, Burru y Valdano tampoco venían a jugar. A ellos tampoco los dejaban venir. Con todo esto quiero decirles que yo no me borré. Que yo NUNCA me saqué la camiseta de la selección. No le mientan a la gente. Que la cuarentena no les afecte, muchachos. Porque aunque en algún momento yo no haya estado, la 10 va a ser siempre mía.
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