Por Ramón Pozo
En Europa, el golpe que ha propinado el coronavirus ha obligado a algunos médicos a definir a qué paciente se le debe destinar un respirador mecánico, priorizándose los que tienen mayores posibilidad de sobrevida.
Y Chile no se ha quedado ajeno a esta discusión. De hecho, ya hay un protocolo ético que propone “cuidar” antes que “curar”, apunta a una “muerte digna” y pide contención emocional para los equipos médicos. El trabajo fue liderado por el rector de la UC, Ignacio Sánchez.
No obstante, la experta en bioética y filosofía de la medicina, y vicedecana de investigación y postgrado de la facultad de humanidades de la Usach, Diana Aurenque, tiene sus observaciones: "No me parece malo que exista una visión católica o conservadora (en protocolo). Pero no debe ser la única".
Agregó que "me parece preocupante" que elaboración del documento "sea puesta en manos de un representante de una moral determinada", como la del rector Sánchez.
Y una de las consecuencias es que asuntos como la eutanasia "es una de las cosas importantes que no se está conversando".
Respecto de las disyuntivas en pabellón, Aurenque comentó que médicos, con "cualquier formación profesional que tenga lo va a dejar muy tocado" si debe decidir quién sigue o no con tratamiento. Ideal es que "pudieran ser 2 o 3 médicos" los que tomen la determinación.
¿Pero hay discriminación si se prioriza a una persona de 30 sin antecedentes médicos sobre una de 65 con problemas? Para la académica, no, porque esta última "va a posiblemente necesitar más recursos. Ése es un problema ético".
Pero más allá de las indicaciones, la especialista fue clara en que "ningún protocolo va a poder responder todos los problemas".