A más de dos meses de que se detectara el primer caso de coronavirus, ya van más de 92 mil contagiados y la cifra de muertos supera los 3.000. Aunque se han tomado todas las medidas para contener la epidemia, la rápida expansión del mortal virus ha levantado las alarmas en al menos 58 países.
En medio de la preocupación mundial, esta epidemia ha tenido una inesperada pero positiva consecuencia para el medio ambiente. Esto porque los niveles de contaminación en China (uno de los países más contaminantes del mundo) ha bajado drásticamente desde que las autoridades decretaron el cierre de varias ciudades y fábricas.
Así quedó de manifiesto en fotografías satelitales tomadas por la NASA y la Agencia Espacial Europea, en las que se aprecia el antes y después del territorio chino tras la detección del coronavirus.
En la imagen de la izquierda se ve China en enero de este año, antes de que el coronavirus se transformara en una epidemia a nivel mundial. Lo que está en rojo y amarillo corresponde a la contaminación atmosférica, producto del consumo de combustibles fósiles.
La foto de la derecha corresponde a febrero, donde se puede ver que hubo una baja sustancial de los niveles de dióxido de nitrógeno, a raíz del cierre de fábricas y comercio en el gigante asiático.
“Esta es la primera vez que veo una caída tan dramática en un área tan amplia para un evento específico”, dijo Fei Liu, investigadora de calidad del aire en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, según informa CNN.
Según las imágenes, del 1 al 20 de enero se ve un alto nivel de dióxido de nitrógeno, sin embargo, del 10 al 25 de febrero se ve casi libre de contaminación.
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