Daniel Radcliffe conoció la fama siendo solo un niño con Harry Potter, y aunque eso a muchos les puede parece genial, por lo beneficios económicos que significa, la verdad es que para el actor también ha tenido un lado bastante oscuro.
En una entrevista reciente en la televisión italiana, el británico hizo una confesión que no ha dejado indiferentes a sus fanáticos y tampoco a los de la saga que protagonizó desde niño.
"Mi alcoholismo se debe a Harry Potter", dijo el intérprete del joven aprendiz de mago. "Me preguntaba si seguiría siendo el mago de Hogwarts para siempre", agregó.
No es la primera vez que el actor habla de sus adicciones, pero sí una de las ocasiones en las que lo ha hecho con más detalle. "No me sentía cómodo conmigo mismo, ni con la versión sobria de mí. Entonces bebía", reveló.
"Si salía y me emborrachaba, la gente me miraba con interés y curiosidad, porque no era solo una persona ligeramente brillante, todavía era el niño Harry Potter", añadió.
Radcliffe comparó su experiencia con la fama y la bebida con la sufrida por Justin Bieber. "Es como cuando la gente habla de Justin Bieber yo les digo: 'Su vida debe ser muy loca ahora'. No se imaginan cuánto te puede abrumar la fama y estar tan expuesto". Y argumentó: "Parece que por tener un gran trabajo y ser rico no tienes derecho a estar triste o incómodo".
Fue un círculo vicioso del que salió con la ayuda de sus padres. Ellos no beben pero el alcoholismo, admitió Radcliffe, marcó a varias generaciones de su familia, recoge El País.
El actor ahora no toca el alcohol: "No extraño beber. Cuando pienso en el caos que era mi vida entonces, estoy feliz de ser mejor", finalizó.