Un particular hecho ocurre en un refugio de animales discapacitados en Nueva York: La inusual y tierna amistad entre la paloma Herman y un chihuahua de nombre Lundy.
Por su parte, la paloma no puede volar, mientras que el perrito no puede caminar al parecer por problemas a su médula espinal.
Ambos animales son inseparables: Juegan, se acarician y se abrazan en el centro que los acoge.
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