Por Paulina Cortés
Ayer la PSU tuvo un complicado comienzo en la primera jornada de rendición, tras dos reprogramaciones. La jornada estuvo marcada por tomas y manifestaciones en los establecimientos, que obligaron al Demre suspender su aplicación en 67 locales afectados por los disturbios.
En Mañana Será Otro Día, el rector de la Pontificia Universidad Católica, Ignacio Sánchez reflexionó sobre lo ocurrido con la prueba y aseguró que el nuevo llamado a manifestarse de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios, Aces,“es agresivo y atenta contra la libertad de educación”.
Respecto a las amenazas sobre estas movilizaciones, Sánchez agregó que “pensamos que podrían haber protestas, pero nunca a tal grado de violencia (...) que dejaron a más de 40 mil estudiantes afectados”.
Al ser consultado sobre la responsabilidad que atribuye la ACES a autoridades y el Cruch por no tomar medidas contra sus amenazas, el académico aseguró que “esa lógica de yo interfiero según mis propios métodos es inaceptable en una sociedad civilizada”. En esa misma línea agregó que una nueva postergación de la prueba no era posible porque “los plazos están calzados para poder iniciar un año académico en marzo”.