Un pequeño grupo de personas irrumpió en la misa en la que en que Celestino Aós recibía el mandato del Arzobispado de Santiago. En forma de protesta, lanzaron cartuchos de bombas lacrimógenas usadas en el suelo de la catedral.
Los manifestantes se acercaron al altar para comulgar durante la misa que se celebraba en la Catedral, cuando uno de ellos sacó restos de bombas lacrimógenas y los esparcieron en la catedral, a modo de protesta.
Luego de esto, las personas que realizaron esta protesta fueron sacadas de la Catedral para continuar con la homilía, que terminó en completa tranquilidad.
El nuncio apostólico, Alberto Ortega, se refirió a la protesta y dijo “es una expresión de gente que se ha querido manifestar, no era el momento adecuado ni el lugar oportuno" y señaló escuetamente que "ha habido un pequeño incidente que luego se ha resuelto”, según destacó BioBio.
Anteriorimente en su sermón, Aos expresó que “pasamos por días de agitación, de división y ataques, la división, la injusticia, la mentira, la violencia, son contrarios a nuestra condición cristiana, a nuestro compromiso bautismal (…) Ningún cristiano puede quedarse de observador, menos aún de censor o de condenador; todos debemos preguntarnos ¿qué es la voluntad de Dios para mí? o con frase más familiar ¿qué haría Cristo en mi lugar?”