Los mosquitos tienen sus preferencias al momento de picar. En el libro "El mosquito", de Timothy Winegard, se explica por qué algunas personas son más proclives que otras a sufrir sus picotazos. El grupo sanguíneo, el olor corporal, la presencia de bacterias en la piel o la cantidad de dióxido de carbono exhalado determinan la probabilidad de ser atacado por estos insectos, así como el consumo de cerveza, que incrementa las posibilidades de convertirse en su objetivo.
Esto se debe a que el alcohol eleva la temperatura corporal, lo que convierte al consumidor en un blanco perfecto. Además, la cerveza contiene sustancias que estos insectos pueden oler a grandes distancias y que también les resultan irresistibles.
El grupo sanguíneo también es clave en la elección de los mosquitos al elegir una víctima. Así, quienes tienen sangre tipo 0 reciben más picotazos que los del tipo B y el doble que los del A. Asimismo, la temperatura corporal determina el la posibilidad de sufrir picaduras: cuanto más alta, más probable ser atacados por estas criaturas.
Por otra parte, el exceso de ácido láctico en la piel aumenta la probabilidad de ser atacado por los mosquitos, así como el hecho de exhalar más dióxido de carbono. Por eso, el deporte incrementa las posibilidades de convertirse en el blanco de los picotazos, puesto que ascienden los niveles de estas sustancias, así como la temperatura corporal, recoge 20 Minutos.
Los aromas también son determinantes en la elección de una presa por parte de los mosquitos, ya que rehuyen a quienes tienen un olor corporal muy fuerte. No obstante, dejar de lado la higiene personal no parece ser la solución, pues estos insectos sí se sienten atraídos por el fuerte olor de pies.
Lee también: Hombre murió por tomarse una jarra de cerveza de un solo sorbo