El estallido de las movilizaciones que llevan casi un mes tiene dos componentes ligados al estado de ánimo. Por un lado, están la sensación de agobio por el encarecimiento del costo de la vida y la tensión por injusticias acumuladas.
Por otro, los efectos de las marchas con demoras en el desplazamiento o sensación de inseguridad. Además, las familias deben lidiar con discusiones en su interior o cómo explicar esta situación a sus hijos.
Al respecto, la psicóloga clínica y coordinadora del área clínica de la escuela de psicología de la Universidad Santo Tomás, Jade Ortiz, comentó que "frente a una crisis sale lo peor del ser humano. Pero también sale lo mejor".
Esto, porque "cuando se polarizan las posiciones dejamos de ver el matiz que hay", donde "las masas son refáciles de encender".
En el caso de los niños, la "situación más traumática no es una crisis en sí. Sino cómo ven a sus padres, abuelos" y "cómo reaccionan" ellos, indicó la psicóloga.
Escucha la conversación completa acá abajo.