Una investigación abrió el Parlamento de Irlanda para ver cómo funcionarios de de la entidad gastaron más de un millón de euros en una impresora.
La máquina de marca Komori tuvo un costo de 808.000 euros. Cuando llegó al parlamento se dieron cuenta de que era demasiado grande: Mide 2,1 metros de alto y 1,9 metros de ancho.
Ante esto, tuvieron que hacer otros gastos (230.000 euros) para demoler paredes y poderla ingresar, según informó la prensa local.