Por estos días, los grandes empresarios están haciendo anuncios en medio de la crisis político social que vive el país. Es así como Alfonso Swett, presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio, planteó que “tenemos que agrandar nuestras manos y meternos las manos al bolsillo y que duela”, aunque antes, Andrónico Luksic sostuvo que en sus empresas nadie ganaría menos de $500 mil.
Al respecto, el economista y extesorero general de la República, Hernán Frigolett, aseveró que "Luksic abrió la caja de Pandora" y ha tenido "una visión progresista".
Sin embargo, en términos generales estima que los grandes empresarios deben "reconocer que su política salarial ha sido pésima".
Asimismo, se inclina por un impuesto aplicable a quienes tengan un "patrimonio que exceda los 100 millones de dólares".
"No me cabe duda que es un impuesto que generaría una buena recaudación" pero "la constitución lo impide establecer".