Por Ramón Pozo
Este martes, la ingeniera industrial Alessia Injoque asumió la presidencia ejecutiva de Fundación Iguales.
Es la primera vez en los más de ocho años de historia de la organización que una mujer, que además es trans y migrante, llega a ese cargo.
“Es una lucha en la que he sido parte hace un par de años, desde que salí del clóset y entré como activista para impulsar la ley de identidad de género”, detalló.
Apuntó que “el Estado de Chile, no el gobierno de Bachelet, no el gobierno de Piñera, tiene un compromiso de impulsar el matrimonio igualitario”. No obstante, en la actual administración se pasó de “impulsar a monitorear”.
Prejuicios históricos
Injoque ahondó en su experiencia en Cencosud, donde aceptaron su nueva identidad. “Yo tuve ese apoyo y me cambió la vida”, reconoció.
Y si bien en Chile se ha avanzado, “unos prejuicios muy antiguos impiden que nos podamos desenvolver en sociedad como el resto de las personas”.
Recordó que, años atrás, hubo una época en que “si eras trans, tenías que dedicarte a la prostitución”. O “en las familias si eras gay, lesbiana o trans, te echaban. Negaban que fueras un hijo”.
La meta es “tratar de que quienes nos miran con distancia, pierdan un poco de miedo” a la diferencia, resumió la presidenta de Iguales.