La ganadora del Oscar, Renée Zellweger, se sinceró en una extensa entrevista New York Magazine, donde habló de la depresión que la llevó a abandonar el cine y de lo poco que se cuidó a sí misma por años.
“No me estaba cuidando a mí misma. Fui lo último en mi lista de prioridades”, dijo la actriz de 50 años, quien en 2010 decidió dejar Hollywood, las películas y las alfombras rojas. Todo, para preocuparse de su bienestar personal y emocional.
Al percatarse en el estado en que estaba, Zellweger decidió ir a terapia por primera vez en su vida. “Reconocí que pasé el 99 % de mi vida como persona pública y solo una migaja microscópica de una fracción como una persona real”.
La actriz reconoce que necesitaba tener algo de espontaneidad en su vida y no tener todo planificado. “No saber qué voy a hacer en los próximos dos años por adelantado. Quería permitirme algunos errores”, señaló.
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Los años que estuvo alejada de las cámaras y las luces fue un momento que la hizo reflexionar y en cierta medida, tener una “vida real” donde todo era más tranquilo y sano.
“Tuve un buen período de cinco años cuando estaba alegre y en un nuevo capítulo del que nadie estaba al tanto. Es una vida más tranquila, y me encanta”, señala.
Zellweger vuelve a la pantalla grande con “Judy”, la película biográfica de Judy Garland, que llegará a los cines a fines de septiembre.