Por Ramón Pozo
Los vaporizadores o cigarros electrónicos están en la mira del ministerio de salud, que busca imponerles la misma regulación que al tabaco.
De hecho, el titular de la cartera, Jaime Mañalich, envió un proyecto de ley para prohibir su publicidad, fumar estos dispositivos en espacios públicos cerrados, e incluso obligarlos a incluir advertencias.
El gerente general de la British American Tobacco Chile, Jorge Irribarra, fue crítico de la iniciativa: "no es una regulación inteligente", y graficó el punto apuntando que "si yo te dijera que una bicicleta son los autos, no te hace ningún sentido".
La "Comunidad europea no homologa los vapeadores a los cigarrillos tradicionales", entonces, se preguntó "¿qué sabe el ministerio de salud de Chile más que el ministerio de salud inglés o canadiense?".
Sobre las advertencias de la Organización Mundial de la Salud, que aseguró que este producto era "indudablemente dañino" y desaconsejó su uso debido a que no existe suficiente evidencia de que sean efectivos para dejar de fumar, Irribarra aludió a que en EEUU, hay "gente que está preparando sus propios líquidos" y, al fumar un producto que no está certificado, deriva en enfermedades.
Estados Unidos "es un mercado totalmente desregulado", agregó. Y, a su juicio, nuestro país estaría en la misma senda ya que en muchos lugares "puedo comprar esto (vapeadores), se importa libremente (normalmente desde China) y no paga impuesto". Además, "no cumple ninguna regla sanitaria" porque no hay fiscalización.
¿Y el interés de BAT en esto? Buscan desarrollar "productos que tengan un riesgo reducido para las personas" y una norma clara a aplicar, indicó Irribarra.