Por Ramón Pozo
Hace unos días, el Banco Central volvió a ajustar a la baja las proyecciones de crecimiento. Ahora, estima que alcanzará un 2,6% este año, lo que está muy lejos de las expectativas de gobierno, de entre un 3% y 3,5%.
En este contexto, el ministro de economía, Juan Andrés Fontaine, admitió que "efectivamente, los resultados del primer semestre no son los que querríamos", y algo similar ocurrirá "probablemente" a fin de año.
No obstante, prefirió mirar la mitad medio llena del vaso, apuntando que la "economía está funcionando mucho mejor de lo que funcionó en el gobierno anterior", y que "en promedio, estamos en 3,5% (de crecimiento) en el bienio".
"Invito a mirar más allá de la bruma de la coyuntura" y a poner atención a cifras de "la producción y la productividad", agregó.
Pero quizá el dolor de cabeza más intenso para el ejecutivo es el proyecto de las 40 horas laborales semanales de las diputadas comunistas Camila Vallejo y Karol Cariola, quienes, según Bloomberg, “están repentinamente estableciendo la agenda en Chile”.
En este asunto, el secretario de Estado sostuvo que hablar de que el ejecutivo gana o pierde con esa propuesta "creo que es una forma equivocada" de ver el asunto, y destacó que "lo que ha hecho el gobierno es buscar una forma de juntar las 2 iniciativas" (de reducción de jornada y flexibilidad laboral), insistiendo en "un promedio de 41" horas semanales.
Fontaine indicó que esta disminución no puede hacerse "de un viaje, en un año", sino que "de forma paulatina". ¿Qué ocurriría si se hace de golpe? Puede generar "menos empleo y/o menores salarios", concluyó el ministro.