Una borrachera de aquellas: una mujer inglesa estaba en un bautizo en Manchester y terminó en España.
Rachael Wynne, de 32 años, estaba bebiendo en la celebración religiosa y supo que amigos suyos estaban en Ibiza. De broma la invitaron a la península, pero de seguro no pensaron que la aludida iba a tomar un avión e ir para allá.
"Es la cosa más estúpida que he hecho. No soy así por lo general. Nunca he hecho algo así", dijo al Daily Mail. Wynne viajó a las 2 de la madrugada de un domingo solo con su pasaporte y una tarjeta bancaria, que no servía en España.
Sus amigos la alojaron en el hotel, pero cuando despertó ya no estaban, y salió a buscar comida. Se perdió, no sabía hablar español y tuvieron que ir a dejarla donde se estaba hospedando. Por si fuera poco no había vuelos hasta el miércoles, y tuvo que explicarle la situación a su jefe. "Estaba decepcionado al principio, pero con suerte ahora verá el lado divertido de todo", dijo.
¿El costo de su alocado fin de semana, que comenzó con un inocente bautizo? 700 libras, poco más de 600 mil pesos.