Por Ramón Pozo
Un grupo de alcaldes acusa clasismo en cómo el Estado ha abordado históricamente el problema de la delincuencia.
Todo comenzó con el tiroteo que dejó 5 muertos en Puente Alto, en un local con máquinas traga monedas. Al lugar no llegó ninguna autoridad.
Sin embargo, esa misma semana se registró algunos robos a vehículos en el paso bajo nivel de Manquehue en Las Condes donde llegó, por ejemplo, la subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell.
"Es verdad que hay un clasismo brutal en nuestro país", explicó el alcalde de Puente Alto, Germán Codina, pero el tiroteo en su comuna "le coloca un rostro visible".
"Lo que sucedió con el acribillamiento de 5 personas no puede pasar desapercibido para las autoridades nacionales", insistió el jefe comunal. En este sentido, aludió a sectores de la capital que cuentan con seguridad municipal y cámaras: "Ahí no se debiera concentrar la mayor cantidad de carabineros".
Aseveró que estamos "en los últimos lugares" en la OCDE por cantidad de armas entre civiles, "pero en los primeros lugares" en homicidios en relación justamente al número de armas.
Finalmente, Codina criticó el actuar de la justicia: "Hay que terminar con esto de los tribunales sobreprotectores de los DDHH de los delincuentes".