Si en las mañanas no puedes iniciar tus actividades hasta que te hayas bebido tu primera taza de café, o no te imaginas una celebración si hacer al menos un par de brindis con un alcohol que te guste, debes culpar a tus padres.
Es que de acuerdo a una investigación realizada por la Universidad de Northwestern, en Estados Unidos, que fue liderada por Marilyn Cornelis, la preferencia por tales bebidas tiene que ver con la genética y a su vez está relacionado con los componentes psicoactivos que tienen estas bebidas, los cuales hacen sentir bien de ánimo a las personas que lo consumen.
Para llevar a cabo el estudio o investigación, se contó con la participación de aproximadamente 336 mil personas, quienes probaron ciertas porciones de bebidas amargas y dulces. Luego se buscaron las variantes a nivel genético que podrían tener que ver con la selección en el gusto de algunos sabores.
A la vez se encontró que las variantes con el gen FTO (gen vinculado a la obesidad e inhibidor de la sensación de saciedad) se inclinan más por las bebidas azucaradas y tienen menos riesgos de sufrir obesidad, demostrando además que tener este gen no implica sufrir sobrepeso.
De todas maneras, se señala que el gen es muy común en personas con obesidad mórbida y se atribuye principalmente al perfil genético individual, según informó i24 Mujer.
Por otra parte un artículo o indagación titulada la "Influencia genética en las preferencias alimentarias", explica los factores genéticos y ambientales que determinan la elección de sabores. Por lo tanto, si el café o las bebidas alcohólicas son sus favoritas, es probable que también lo fueron o son las de tus padres. Una herencia de tus progenitores.
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