El mundo quedó conmocionado la ver el devastador incendio que este lunes afectó a la Catedral de Notre Dame en París, en el que los bomberos debieron trabajar más de 10 horas para controlar las llamas.
Mientras los ojos del mundo miraban incrédulos cómo las llamas iban consumiendo la histórica estructura, muchos pedían que se utilizaran todos los recursos para apagar lo antes posible el siniestro.
Incluso el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recomendó que se utilizaran aviones cisternas para apagar el incendio. Sin embargo, los responsables de controlar la emergencia desestimaron el uso de aeronaves ya que el agua podría causar más daño que el fuego.
Esto debido a que la piedra de la que está hecha la catedral podría absorber el líquido, volverse más pesada y finalmente colapsar hasta derrumbarse. Así lo explicó a El País, Javier Ribera Blanco, subdirector del Instituto de Patrimonio de España, quien recordó el incendio a la catedral de León en España en 1966.
"En León pasó lo mismo hace cincuenta años. El cantero dio la voz de alarma, se evitó mojar la piedra y la catedral se salvó", dice el historiador.
Además explica que la catedral de Notre Dame tiene un valor "incalculable" y que es la identidad de los franceses. "Es la catedral de los reyes de Francia, que tras la Revolución pasó al pueblo. Es una fuente de recursos económicos fantástica dado que es el gran modelo del gótico francés", señala.
Ahora hay que esperar para ver cómo se reconstruye la histórica catedral, aunque el presidente de Francia Emmanuel Macron aseguró que se pondrán todos los recursos necesarios para que el histórica construcción vuelva lo antes posible a ser lo que era antes.