Parte de la pena por financiamiento ilegal de la política a los excontroladores del grupo Penta, Carlos Délano y Carlos Lavín, era ir a clases de ética.
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Son 33 sesiones en la universidad Adolfo Ibáñez, con un curso dividido en 2 módulos: Uno de ética general aplicada; y otro de responsabilidad social empresarial y ética de los negocios.
Sin embargo, Mauricio Correa, doctor en filosofía moral y política, académico del instituto de filosofía de la UC y experto justamente en esta temática, sostuvo que lo de estos cursos "no aparece en ninguna parte de la ley".
Con esta medida, se genera la idea de "cárcel para los pobres, clases de ética para los ricos", y que "ley no trata de igual manera a todos".
"Pone en duda la justicia con que el Estado chileno trata a sus ciudadanos", resumió.
En este sentido, planteó que le parece "extremadamente peligrosa la judicialización de la ética como pena sustitutiva", ya que "ninguna formación ética tiene como finalidad la reinserción social".