90 años llevaba operativa la fábrica de calzados Guante-Gacel, la cual cerró sus puertas desvinculando a 283 trabajadores que se desempeñaban en el recinto de San Miguel.
Según consignó al Pulso, en un comunicado, “dentro de la industria del calzado, desde hace décadas es ampliamente conocida la enorme dificultad que significa fabricar en Chile, dada la gran diferencia de costos con productores de otros países", explicaron.
Esto se suma al cierre de otras instituciones de calzado, tal como Beba. "La empresa por años hizo lo posible para seguir fabricando en Chile, sin embargo, la situación se hizo insostenible", precisaron desde Guante-Gacel.