El 15 de enero de 1989, la U sufría una de sus vergüenzas deportivas más importantes: Cayó a segunda división, bajo el mando de un principiante Manuel Pellegrini.
Ésta es la historia que rescata el libro Volveremos a ser grandes, de los periodistas Felipe Betancour y Daniel López.
La época “termina siendo el germen, ese tocar fondo, de lo que fueron los 30 años más exitosos del club”, dice con el optimismo que da la distancia Daniel López.
"Manuel Pellegrini es bien curioso, porque termina siendo el entrenador más exitoso en la historia de Chile", pese a su rol en la caída azul. Sin embargo, su desempeño en 1988 fue cuestionado, sobre todo por viajar a perfeccionarse a Inglaterra.
“En ese viaje deja al plantel botado, dirán muchos, durante 4 fechas. Y esas 4 fechas la U sólo empata un partido y los otros 3 los pierde”. En otras palabras, con un punto más, hubieran evitado la debacle.
Al club, esa salida de Pellegrini “le pasa absolutamente la cuenta, y por eso que el hincha de la U lo mira con recelo” al ahora DT del West Ham United.
Una vez consumada la tragedia, "existió un juramento por parte de los referentes del club” por volver a primera, y donde además estaba el compromiso de quedarse “de los principales jugadores y figuras del club”.
La primera B de ahora era en ese entonces la segunda división. Pero lo actual "no se compara con esa época. De hecho, hay relatos de que había que espantar a las vacas antes de jugar", admitió López.
Narró que "en Lota, agarran a piedrazos a los jugadores al final" luego de un empate de último minuto. "Al plantel lo termina sacando una cuca de carabineros", donde se encuentran con hinchas que antes los estaban agrediendo.
Finalmente, y ya en el día de hoy, calificó como "muy lamentable la situación que vive la U", sobre todo tras la salida con posibles amenazas de muerte contra Carlos Heller, el extimonel de Azul Azul.
Sobre el episodio de las bengalas en el partido con la U de Concepción, "parece que hubiera gente que no tiene ganas de identificar a los responsables", concluyó López.