El ramo de religión siempre ha causado suspicacias, en especial por su presencia en colegios estatales.
En este sentido, la neuropsiquiatra infanto-juvenil Amanda Céspedes aseveró que los niños no deberían aprender sobre esta temática en liceos, al menos no con la perspectiva dominante.
"En la institución escolar pública no se debería enseñar religión católica solamente", expuso. “Cuando se habla de clase de religión, se piensa en la católica, pero tenemos que ampliar la mirada”.
Agregó que hay “profesores de religión que, al adoctrinar, atemorizan a los niños". De hecho, planteó que algunos "no tienen la formación teológica necesaria y fundamental, y es muy probable que vayan a adoctrinar quizás enseñando como les enseñaron", replicando el temor "con el sentido del pecado y de irse al infierno, de la maldad".
Y decirles a los niños "tú eres perverso y te vas a ir al infierno, eso es muy peligroso", apuntó Céspedes.
"Al niño no se le puede imponer una determinada religión", indicó, por lo que el "adoctrinamiento" religioso, "debe ser esencialmente en casa".