En 2018, la venta de vehículos particulares superó las 417 mil unidades. Ello deriva en calles más congestionadas, y en la búsqueda de alternativas que permitan evitar los tacos.
Es así como aparecen servicios de arriendo de bicicletas o monopatines. Sin embargo, la convivencia vial nuevamente asoma como la piedra de tope.
Bicicletas estacionadas en medio de la vereda, o personas desplazándose rápidamente por monopatines entre los peatones, son escenas cada vez más comunes.
Alberto Escobar, gerente de movilidad y director de la unidad de estudios del Automóvil Club de Chile, sostuvo que los monopatines "llegan para quedarse", y que en términos de seguridad, "es muchísimo más seguro, para los que andan por scooter, andar por la calle que por la vereda". Dicho en simple, "por la calle pueden ir más rápido, más cómodo y más seguro".
En este escenario, "ya hay que preocuparse de la legislación que les corresponde". Sin embargo, "en Chile no sabemos trabajar en los reglamentos, que es la manera operacional de hacer cumplir la ley", dijo aludiendo a muy probables venideros problemas.
Respecto de la bicicleta, apuntó que sobre ella "hoy día hay más de un millón y medio de viajes diarios", y que mientras “tú te muevas entre 8 y 10 kms, es óptima”.
También ahondó en los vidrios polarizados y los cuestionamientos a una ley que lleva vigente con suerte un mes. ¿El problema? "No tenemos una norma que dictamine el nivel de claridad que tienen que tener los vidrios" de autos.
Así, en plantas de revisión técnica, el "mecanismo que utilizan es el antiguo, porque no hay un reglamento".
En polarizados, estamos a favor de un "25% de oscuridad", indicó Escobar.