Después de 3 días, el papa Francisco cerró la cumbre del Vaticano con diversos anuncios a fin de prevenir abusos sexuales a menores.
Quizá el más importante es que la iglesia "no se cansará de hacer todo lo necesario para llevar ante la justicia a cualquiera que haya cometido" estas agresiones, y que "nunca intentará encubrir o subestimar ningún caso", expuso el pontífice.
Sin embargo, algunos echaron en falta medidas más concretas. Entre ellos Juan Carlos Cruz, uno de los denunciantes contra el expárroco de El Bosque, Fernando Karadima.
“Habría esperado que se hiciesen resultados concretos al final”, aunque “no estaba súper convencido que eso iba a ser así”, admitió.
“Me preocupan los obispos que se van para su casa y vuelven a las mismas de antes”, agregó. En este contexto, dijo que le habría gustado definiciones más taxativas como “tolerancia cero”, donde “este secretismo que hay (entre sacerdotes) tiene que irse”.
“Un cura abusa y fuera”, resumió. Y “obispo que encubre, lo mismo, ahí está la puerta”.
Lamentó además que en “la curia hay gente remala”.
Sin embargo, también se mostró esperanzado de cara al futuro. “Creo que el Vaticano va a seguir sacando cosas concretas” a favor de las víctimas, dijo Cruz.
Y quizá lo que más valoró es el papel que ha jugado Francisco: “El papa del 2017 no es el papa del 2019”, apuntó, junto con destacar que “realmente oye y cambia”, aludiendo a su visita a Chile a comienzos del año pasado.