Tras casi 2 décadas de investigación, el ministro en visita, Alejandro Madrid, condenó a 6 personas por el asesinato del expresidente Eduardo Frei Montalva en 1982.
Los sancionados son 4 médicos, un exagente de la CNI y el exchofer de Frei, reclutado también por la Central Nacional de Informaciones. Las penas van desde los 3 a los 10 años de cárcel, aunque dos de ellos (los de penas más bajas) pueden cumplirla con remisión condicional.
“Estar ante una sentencia judicial que establece el homicidio de un expresidente de la república, es fuerte y debe causar sorpresa a cualquiera”, reflexionó Álvaro Varela, exabogado de la familia.
El profesional detalló una serie de irregularidades que se produjo en la clínica Santa María, recinto al cual el exmandatario llegó para tratarse una hernia.
Apuntó a una “libertad de acceso a la habitación de Eduardo Frei”. Incluso, “hay testimonios de gente que dicen que Eugenio Berríos, el químico de la DINA, fue visto en la clínica Santa María en esa época”.
En el desarrollo de la investigación aludió a un testimonio clave que conoció “bajo secreto profesional”, relacionado con los 2 médicos de la Universidad Católica (Sergio González y Helmar Rosenberg) quienes, tras el deceso de Frei Montalva, ingresan a la habitación junto a un auxiliar “con una escalera y distinto equipamiento, permanecen ahí durante varias horas, porque lo colgaron para sacarle los líquidos, luego le sacan todas las vísceras y lo rellenan con gazas”.
Evidentemente, este proceso “no tiene absolutamente ninguna normalidad” y se realizó “sin tener a la vista la autorización familiar”.
Pero, ¿cuál era el objetivo? “Extraer todos los órganos respecto a los cuales se pudiesen haber desarrollado algún tipo de pericia posterior”, aseveró Varela.
Volviendo al testimonio, gracias a él “se descubrió a fines del año 2002 (…) dónde estaban los documentos al interior del instituto de anatomía patológica de la Universidad Católica”, se allanó las dependencias, se retiró documentación y “así es como se descubre la participación de estos médicos”.
De no ser por esa declaración, “a lo mejor hasta el día de hoy no tendríamos conocimiento” del detalle de las irregularidades en la clínica, concluyo Álvaro Varela.