La Comisión Económica para América Latina Cepal, dio a conocer un informe de 2017 que muestra que en Chile, el 1% más adinerado se queda con el 26,5% de la riqueza.
Como contraparte, el 50% de los hogares de menores ingresos accedió al 2,1% de la riqueza neta del país.
Más allá de estos números, el organismo constató que la pobreza cayó tres puntos entre 2016 y 2017, llegando a un 10,7%, la segunda cifra más baja de la región, después de Uruguay.
“Pobreza ha ido cayendo en forma sistemática y sólida”, expuso el director del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social COES y profesor titular de la facultad de economía y Negocios de la Universidad de Chile, Dante Contreras. Sin embargo, acotó que ello ocurre sólo si la medición se hace “por nivel de ingreso”.
Explicó que esta fórmula “es limitada”, y que se debe considerar otros elementos multidimensionales, vale decir, “educación, trabajo, salud, vivienda y redes sociales son importantes para explicar la situación de vulnerabilidad”.
Con estas variables, el panorama es muy distinto. “En el último tiempo, ha habido un estancamiento de los niveles de pobreza en torno al 16, 17%”. Y ésta “no es una cifra tan baja”.
Críticas a Admisión Justa
Por estos días, el gobierno impulsa el proyecto Admisión Justa, que busca volver con la selección especialmente en los colegios tradicionales. Dante Contreras, quien participó además en la comisión asesora presidencial para la calidad de la educación, convocada en el primer gobierno de Michelle Bachelet en 2006, fue categórico: “Obviamente es un retroceso”.
“Se está buscando, no darles más libertad a las familias, al contrario, es darles más libertad a los establecimientos educacionales para elegir a sus alumnos”, detalló el especialista, junto con sostener que “es un disfraz para poder elegir alumnos que sean más baratos de educar y más fáciles de educar”.
“Que una reforma no sea bien recibida por la ciudadanía, no significa que una contrarreforma sea la corrección”, apuntó, y aseveró que “más del 80%” de los alumnos “queda en los colegios que ellos (sus familias) eligieron”.
Visto desde una perspectiva global, cree que “la desigualdad ya penetró todo ambiente, toda dimensión de la vida cotidiana”, y producto de ello, “tenemos un sistema de salud segregado, un sistema educacional segregado, áreas verdes segregadas, etc”.
“Cuando tú tienes una educación segregada, le das educación de calidad a un grupo muy pequeño, que al final va a tener todas las oportunidades”, concluyó el economista.