Raúl Schüler declaró ante los fiscales de Alta Complejidad de O’Higgins, Fernanda Orpis y Jorge Escobar, donde entregó su testimonio en la investigación sobre la procedencia de 21 estatuas y otras especies de interés histórico que fueron incautados desde su vivienda en San Francisco de Mostazal, consignó El Desconcierto.
“He gastado una brutalidad de dinero comprando todas estas cosas. Tenía un proyecto de vida y una de mis maneras de sentirme realizado era dejar todo esto como herencia, encuentro que en este país destruyen todo, no hay memoria de nada. Yo quería conservar este patrimonio arquitectónico rural para el país“, aseguró.
El imputado, que será formalizado este jueves, aseguró que obtuvo su fortuna gracias al negocio agrícola y que siempre vivió rodeado de antigüedades, y que adquirió las especies, desde esculturas hasta tótem indígenas, con distintos vendedores en Valparaíso y Barrio Franklin
A juicio de Schüler, se trata de “un mercado establecido y no tenía por qué sospechar nada malo”. El empresario aseguró tener cerca de 100 estatuas, pero destacó que “nunca los he mantenido oculto. De hecho, he permitido que se filmen películas, se hagan reportajes fotográficos y especializados en decoración en los cuales se han fotografiado muchas de mis estatuas, incluso algunas de las que han sido incautadas, lo que a mi juicio permite demostrar que nunca sospeché siquiera que tuviera una procedencia ilícita. Me imagino que si alguien supiera que tiene cosas robadas no las mostraría o no permitiría que se exhibieran públicamente como yo lo permití”.