Dos gatos llevan dos años intentando entrar al Museo de Arte de Hiroshima, pero cada vez que se acercan, son detenido por los guardias de seguridad.
Todo empezó en el verano de 2016, con el primer intento fallido de ingreso de un gato negro. Este no se dio por vencido y continuó intentándolo hasta que un día apareció con otro gato, de color marrón. Desde entonces, ambos se han instalado cerca del museo a la espera de poder ingresar algún día.
Su persistencia ha sido tal, que los felinos cuentan incluso con un club de fans en Twitter con más de 42.000 seguidores. Incluso, la tienda de regalos del recinto ahora ofrece a sus visitantes bolsas con las figuras estampadas de Gosaku (el gato marrón) y Ken Chan (el gato negro).