La montañista, tras sufrir la enfermedad, se decidió a difundir los cuidados que deben tener las personas. Advirtió que "no estamos yendo las mujeres mayores de 40 años a hacernos la mamografía".
"Pareciera que no está tan asumida la responsabilidad todavía" de hacerse exámenes, porque "mueren al año 2 mil mujeres por cáncer de mama".
En su caso, explicó que el cáncer "había sido detectado muy al principio, ya tenía 5 puntos cancerosos". Admitió que enterarse de ello fue "un golpe extremadamente fuerte. Yo no tenía antecedentes de cáncer de mama en mi familia".
"La noticia es devastadora", resumió.
Pese a lo difícil del momento, Valenzuela decidió "ser un instrumento para que la gente vea que es importante que si te haces la mamografía a tiempo y te tratas, te sanas".
"El cáncer es el que me regala el Everest", ya que no tenía previsto llegar a su cima antes de la afección.
Luego de varios meses de tratamiento, "me dieron de alta el 26 de diciembre (de 2017) y me puse a entrenar". De este modo, plantea que "sin cáncer, para mí era mucho" subir este monte.
Volviendo a la enfermedad, sostuvo que "hay que perder el miedo a hacerse el examen", que se hace una vez al año. "Puede sonar costoso al principio, pero es una inversión indispensable", concluyó.