Hace algunos años, el investigador y diseñador estadounidense, Nickolay Lamm, ilustó cómo lucirá el rostro humano en los próximos 100 mil años.
Según publicó entonces la revista Medical Daily, Lamm se basó en entrevistas que sostuvo con el doctor en genómica computacional de la Universidad de Washington, Alan Kwan. El académico planteó que la clave de la evolución humana es la adaptación biológica a las necesidades que irán surgiendo.
Esto implicaría que en 20 mil años, el cráneo será más largo, para acomodar un cerebro de tamaño superior y su crecimiento no se detendrá ahí.
Dentro de 60 mil años, el cráneo seguirá aumentando junto a los ojos. y la piel estará pigmentada de manera distinta, para disminuir los efectos nocivos de la radiación ultravioleta.
En 100 mil años más, el rostro humano se habrá adaptado a nuevos criterios de belleza gracias al dominio de la genética. Se podrán encontrar líneas fuertes y majestuosas, narices rectas, ojos de mirada intensa y rasgos faciales simétricos.