Son varias las familias que, creyendo que se compraron un terreno donde instalar una casa, más bien se adjudicaron un problema. Todo a causa de este tipo de estafas.
¿A qué poner atención? A si se está comprando derechos de un terreno o un sitio propiamente tal.
“Cuando uno compra derechos, no es dueño de una parte proporcional de ese terreno, sino que todos en conjunto somos dueños de la totalidad de ese terreno. Hasta ahí no hay problema”. Sin embargo, inconvenientes surgen cuando “lotean de forma irregular”.
“Recomendación es que personas se acerquen a dirección de obras” de cada municipalidad, “porque ahí les van a decir cuáles son las condiciones de lo que se puede y lo que no se puede hacer en ese terreno”.
En síntesis, una compra regular indica que uno se convierte en dueño de “un lote de tanto por tanto, con tales deslindes”. No obstante, hay que alertarse si el documento dice que “se venden derechos sobre el terreno”.
Este último caso puede implicar una “bomba atómica” para una familia, ya que ley permite incluso “la demolición de la vivienda” en sector irregular.
Pero, ¿por qué no se permite la división de un terreno en un sitio rural? El alcalde explicó que se debe a que “no hay agua ni alcantarillado, donde aguas servidas muchas veces van a dar a la misma napa donde van a sacar las aguas y donde estructura vial no está pensada para eso”.
¿Y qué pasa si los padres dividen sitio para que hijos construyan sus hogares? El jefe edilicio indicó que ello “no es un loteo irregular en términos de que hay un delito, pero sí una construcción irregular”.
En este sentido, Barros expuso que “estamos tratando de que se haga esta distinción” porque “estamos obligando a ese hijo a emigrar a la ciudad, lo que justamente no queremos”.