Un estudio de la Universidad de Chile reveló que más del 50% de las personas entrega su RUT en supermercados sin esperar beneficio alguno. Dicho en simple, lo hace casi como un acto reflejo. Y en paralelo, sólo un bajo número se niega a dar esta información.
Para el abogado y consejero del Instituto Chileno de Derecho y Tecnologías, Carlos Reusser, reacción masiva es porque “creemos que nos van a acumular puntos que hipotéticamente nos van a ir sirviendo para cambiarlos por algo, o que nos van a hacer un descuento”.
Sin embargo, ¿para qué sirve dar el RUT? “A nosotros, para nada. Pero para las tiendas tiene un gran valor”, resume el especialista.
¿Y qué hacen con este dato? “Van a saber hábitos de consumo, nivel de ingreso, nuestro nombre, si compramos medicamentos, nuestro estado de salud, nuestra dirección a través del padrón electoral, si tenemos vehículos o no”.
“A la policía le encanta esta información, y también a las compañías de seguros”, indicó Reusser.
Y si bien tenemos una ley de protección de la vida privada desde 1999, que está inspirada en la norma española, el problema es que “no protege tu vida privada, no protege nada”. Ello porque “le sacamos la parte de las sanciones y la de la autoridad encargada de velar porque se respetara este derecho”, apuntó el abogado.
Pero, ¿se justifica entregar este antecedente? Para Reusser, no: “Es ilícito, salvo en casos muy calificados en que por medidas de seguridad se estableció así. Compra de pasajes de aviones, por ejemplo, u obtención de beneficios de isapres”.
“Gente es muy inocente”, concluyó el profesional.