Hace algunos meses, Dakota Johnson había dicho que necesitó terapia tras filmar el remake de Suspiria, clásico del terror italiano.
La actriz estadounidense no había explicado por qué debió ir a terapia luego de los rodajes, pero recientemente le bajó el perfil al episodio y aclaró que no fue al psiquiatra, ni algo por el estilo.
"Para empezar, no me tuvieron que psicoanalizar y espero que nunca tengan que hacerlo", dijo en una rueda de prensa en la presentación del filme en el Festival de Venecia, según reproduce EW.
"A veces, cuando trabajo en un proyecto —y no tengo ningún problema en reconocerlo— absorbo los sentimientos de muchas personas porque soy una persona muy 'porosa'. En ocasiones, cuando tienes que trabajar en un proyecto muy oscuro, este se queda contigo y tienes que hablar con alguien para poder dejarlo atrás. Mi terapeuta es una gran mujer", detalló.
En esa línea, Johnson aclaró que filmar la nueva versión de Suspiria, bajo la dirección de Luca Guadagnino, "ha sido lo más divertido, estimulante y alegre que podía ser".
"Es traviesa y alegre y me gusta más que nada. No es que esta película me haya llevado a que me encierren, simplemente es que tenía muchos sentimientos", cerró.