El primer burdel de muñecas sexuales de Italia fue allanado y cerrado por la policía, solo nueve días después de su inauguración.
El recinto, que ofrece a sus clientes modelos de silicona para usar en una de sus ocho habitaciones privadas, violaba las leyes italianas sobre el alquiler de alojamientos. Tras la inspección del lugar, las autoridades descubrieron que tampoco cumplían con las exigencias sanitarias de lavado de las muñecas después de cada uso.
Según reporta Daily Mail, la franquicia Lumidolls, que ofrece el primer servicio de ese tipo en un país donde las prostitutas humanas son ilegales, abrió sus puertas por primera vez el 3 de septiembre, y los gerentes confirmaron que habían sido “reservadas durante semanas”.
Por 90 dólares la media hora, los clientes podían elegir entre siete muñecas femeninas diferentes y una muñeca masculina llamada Alessandro que tiene un pene ajustable que varía de cinco a siete pulgadas. "Las posiciones que pueden tomar son muchas, casi todas las del Kamasutra", publicitaba el anuncio del lugar.
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