Scantlebury, quien además fue la encargada de la creación del Museo y también víctima de violaciones a los derechos humanos en dictadura, se refirió a la renuncia de Mauricio Rojas al ministerio de las culturas, las artes y el patrimonio luego de republicarse sus dichos de que este espacio es un “montaje cuyo propósito, que sin duda logra, es impactar al espectador, dejarlo atónito, impedirle razonar (...) Es un uso desvergonzado y mentiroso de una tragedia nacional”.
“En primera reacción por supuesto que hay un poco de rabia”, comentó Scantlebury. “Pertenezco a la izquierda, fui víctima también, estuve mucho tiempo presa”. Por tanto, “para nosotros la palabra montaje tiene otras connotaciones, que vienen de otros momentos y otras personas”.
En resumen, “este señor me desconcertó absolutamente”, explicó. “Fue una cosa muy ofensiva, muy dolorosa e innecesaria, porque de montaje el Museo no tiene nada”.
Consignó que “me desconcierta este descuido” en el nombramiento de Rojas. “Ojalá que se chequee más a las personas”.
La integrante del directorio del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos también respondió a las críticas, especialmente de ciertos sectores de la derecha, de que en este lugar hay un sesgo ideológico.
“Es una teoría de la ultra derecha” la del empate, indicó, aunque ésta “no funciona. El tema de los derechos humanos no es de izquierda o derecha. Es un tema ético profundo y universal”.
Graficó con que a Jovino Novoa (expresidente de la UDI) o Mario Desbordes (actual diputado y presidente de RN) “no los vamos a convencer, ya tienen una visión de la historia”.
No obstante, destacó que Magdalena Piñera, una de las hermanas del presidente, “fue de la gente que nos colaboró”. En este sentido, apuntó que “le tengo respeto a la trayectoria de Sebastián Piñera”, ya que él “no tiene prontuario, que yo sepa, en derechos humanos”.
Respecto de la nueva titular del ministerio de las culturas, las artes y el patrimonio, Consuelo Valdés, destacó que “tiene un currículum impecable”.