En México, un joven de 27 años, en estadio de ebriedad, desenterró a su amigo fallecido para seguir bebiendo.
Según informan medios locales, el joven había prometido "rescatar" a su amigo muerto, a quien consideraba su hermano, pero nadie creía que fuera capaz.
Tras protagonizar un incidente de violencia intrafamiliar —donde habría agredido a su abuela—, fue denunciado ante la policía. Los efectivos llegaron a su casa y encontraron un cráneo en su habitación, que sería de su difunto amigo.
Por si fuera poco, vecinos del sector afirmaron que el joven pudo haberse equivocado y profanó la tumba de otra persona, y no la de su amigo.