En zonas extremas “se viaja cuando se puede y no cuando se quiere”, apuntó la parlamentaria. Aseveró que “con variables climáticas como las que vivimos en Aysén o Magallanes, es muy complejo” llegar a Valparaíso.
Sostuvo que los tickets normales, si hay algún imponderable, simplemente se pierden. Por tanto, “la única condición privilegiada es la flexibilidad respecto a los horarios”. Recalcó que no hay “ninguna” diferencia entre los asientos más costosos y los más económicos.
Reconoce que “a lo mejor premium suena muy fuerte. Prefiero hablar de que queremos pasajes flexibles”. Y sobre los precios, indicó que “cuando se solicita con una semana de anticipación deben ser $50 mil (la diferencia) aproximadamente. Pero cuando pierdes el pasaje light, que es el que te entrega la Cámara, al otro día cuando tratas de resolver esta eventualidad te cuesta $500 mil. Y eso no lo paga el parlamentario, lo paga el Estado (…) A mí eso no me parece”.
“Lo que vivimos es el tema que viven todos los ciudadanos de regiones aisladas”, destacó Leuquén, donde “un pasaje que cuesta $70 mil, de un día para otro te cuesta 500 lucas”.
¿Y las líneas aéreas, qué dicen? “Bastante poco. Estos monopolios que están instalados hace muchos años. Lamentablemente es muy difícil convivir con aquello”, criticó la diputada.
“Es una evidencia más de lo que significa el centralismo”, concluyó la representante de Aysén.