Un avión que se dirigía de Islas Canarias a Ámsterdam debió hacer un aterrizaje de emergencia debido al insoportable olor de uno de sus pasajeros.
Según publica El Mundo, el hecho ocurrió en un vuelo de la aerolínea Transavia, y debieron ubicar al pasajero en el último asiento debido a su fuerte hedor. Sin embargo, la situación se tornó insostenible.
"La gente vomitaba, cayó enferma (...) El hedor era gigantesco. El hombre olía fatal. Desde que llegó al pasillo, la gente comenzó a gritar y se puso a buscar pañuelos para tapar las nariz", explicó uno de los pasajeros al citado portal.
"Los pasajeros de las últimas seis filas huyeron hacia la parte de delante.La tripulación sacó botes de perfume para rociar el avión, pero el horrible olor no desaparecía", dijo otro de los pasajeros. "Escuché a alguien decir que el hedor era peor que el de un cadáver que se había estado descomponiendo durante un mes", añadió.
El viajero en cuestión fue obligado a ubicarse en el baño, pero aún así el problema persistía. Por ello, el capitán decidió hacer un aterrizaje de emergencia en la ciudad portuguesa de Faro.
"Señores, habrán notado que algo anda mal con un pasajero. Por razones de privacidad no puedo dar más detalles", señaló.