El llamado ‘lenguaje inclusivo’, según la doctora en comunicación, académica y senadora universitaria de la U. de Chile, “es un fenómeno nuevo en el país”, especialmente tras determinación en la Universidad Diego Portales de incluirlo en trabajos de estudiantes. Sin embargo, “no es un fenómeno nuevo en las universidades a nivel internacional”, aseguró.
Respecto de las dificultades de su uso, Domínguez apuntó que “es una conquista política, legítimamente válida, pero nos cuesta, nos resuena porque nos hace ruido”.
Aseveró que este fenómeno “ya empezó, ya está en el uso de un segmento social de jóvenes este neutro”. Incluso, entregó antecedentes históricos, ya que el castellano “perdió el neutro que tenía el latín”. Por tanto, de alguna manera “hay un neutro que reaparece”.
Por tanto, destacó el uso de esta opción acuñada como inclusiva o no sexista, y también el del nombre registral, ya que “tenemos estudiantes o estudiantas que se reconocen desde otro lugar”.
Sobre negativa de la Real Academia de la lengua Española de adoptar este tipo de expresiones, la académica planteó que “en general, aquéllos que fijan la norma siempre van atrás del uso”.
Por último, Domínguez admitió que está el riesgo de rechazo, puesto que “en la medida que se banaliza, creo que efectivamente pierde potencia política”.