Sobre denuncias de abusos sexuales en Rancagua, estima que es “un caso gravísimo, escandaloso, y que habla de personas enfermas (…) Además es un delito”. Agregó que“creo que actuó lento” el obispo de la zona, Alejandro Goic.
Castelli también se refirió a la situación de los obispos, que dejaron sus cargos a disposición del papa Francisco. Apuntó que la autoridad católica “no tiene facultades arbitrarias para poder remover un obispo”. Por tanto, “que todos los obispos presenten su renuncia, le están diciendo ‘no vamos a tener que dar la vuelta larga’”, porque ello “le da libertad de acción al papa”.
Respecto de las reformas que requiere la iglesia, apuntó que “tenemos que sacar como un cáncer lo que se llama el clericalismo, que es que porque yo soy cura creo que estoy entre dios y las personas, soy dueño de la verdad y tengo derecho a decirles a las personas qué pensar, qué decir, qué hacer”.
Chile “está pasando a ser un país minoritariamente católico”, reflexionó el jesuita.
Castelli también es el capellán de la fundación Vivienda, y ahondó en el aumento de campamentos en el país. De hecho, el ministerio de vivienda y Techo-Chile aseguran que cifra actual es similar a la de 1985.
Destacó que “realidad de los campamentos del año ’85 no tiene nada que ver con la realidad de los campamentos hoy día”, y que “si en alguna parte queda algo como esa experiencia, puede ser en la octava región, en Talcahuano, pero el resto es muy distinto”.
“La gran mayoría del aumento de los campamentos tiene que ver con la migración (…) particularmente en Antofagasta, Atacama y Tarapacá”, detalló el sacerdote.
“Mercado es tramposo, les ofrece un lugar donde desarrollarse, pero no un lugar donde vivir”, concluyó Castelli.