Un anciano italiano de 90 años dejó una herencia de 1 millón de euros a su perro, Tor, según cuenta el diario local Reppublica.
Pasquale Rizzo, quien murió a fines de abril pasado, no tuvo herederos sanguíneos y optó por legarle al can todos su bienes, dos departamentos y dos cuentas bancarias que en total suman un millón de la divisa europea.
Tor fue muy importante en la vida de Rizzo. Lo adoptó hace siete años, luego de encontrarlo cerca de su vivienda, y se hicieron amigos inseparables.
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Incluso, el animal le salvó la vida: el anciano sufrió un ataque cardíaco y gracias a los ladridos de su mascota los vecinos se percataron de lo que ocurría y llamaron a una ambulancia.
Antes de morir, Rizzo le pidió a sus abogados que hicieran un testamento donde Tor heredara todos su bienes. Sin embargo, la ley no permite que un animal sea heredero: por ello, un juez nombró a un albacea, amigo de Rizzo, para que vele para que se cumpla su última voluntad.