Un nuevo estudio, que analizó cientas de miles canciones populares de las últimas tres décadas, encontró que el pop del siglo XXI tiende a ser más depresivo que el de los años ochenta.
Investigadores de la Universidad de California analizaron 500.000 canciones británicas lanzadas entre 1985 y 2015, y las categorizaron por su estado de ánimo.
"'Felicidad' y 'luminosidad' van a la baja, 'tristeza' al alza, y al mismo tiempo, las canciones se han vuelto más 'bailables'", dijo a la agencia AP Natalia L. Komarova, la coautora del estudio, publicado en Royal Society Open Science.
Por ejemplo, los investigadores encontraron que en el nuevo siglo hay temas con bajo índice de felicidad como "Stay With Me" de Sam Smith (2014) o "Whispers" de Passenger, frente a "Glory Days" de Bruce Springsteen o "Freedom" de Wham! (1985), ambos con altos índices de felicidad.
Eso sí, los especialistas puntualizaron que no necesariamente las canciones tristes son un éxito, sino que el público parece "prferir canciines felices, pese a que cada vez se lanzan más y más canciones depresivas".
Además, encontraron que los géneros más exitosos del momento son el dance y el pop, y que el éxito del rock ha ido en declive desde el año 2000.