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Desafortunados comentarios de Jocelyn-Holt y del ministro Varela a los movimientos feministas

Ambos políticos expresaron lamentables epítetos para referirse a la violencia machista de la que son víctimas las mujeres.

Chile y el mundo están viviendo movilizaciones y manifestaciones feministas. Las mujeres están reclamando el protagonismo, igualdad de derechos y espacio que históricamente los hombres le han negado en la sociedad. Algunos sectores no han cuajado esto y han contrapuesto su ignorancia con desafortunadas y machistas frases.

Una de ellas vino desde el ministro de Educación, Gerardo Varela, mientras presentaba a sus asesoras en materia de acoso y abuso sexual en la educación superior. En una sesión citada en el Congreso, el titular llegó acompañado de Antonia Bezanilla y Verónica Retamal para abordar los cambios culturales en la relación entre hombres y mujeres.

A la hora de presentar a una de ellas, Varela señala que "tiene la experiencia más reciente de haber transitado por universidades prestigiosas del país y haber experimentado esas pequeñas humillaciones y discriminaciones, que son las que estamos llamados a solucionar".

La frase no pasó inadvertida para la diputada Cristina Girardi, quien acusó que "yo sé que el lenguaje traiciona, el lenguaje lo que hace es poner en evidencia estructuras que tenemos y de las cuales no somos concientes".

Al retomar la palabra, el ministro corrigió sus dichos y explicó que había querido decir que se debe tener tolerancia cero precisamente con estas "pequeñas" discriminaciones.

Por otra parte, Tomás Jocelyn-Holt, excandidato presidencial, cuestionó la marcha feminista del 16 de mayo con una alusión a los senos de las mujeres que protestaron en toples.

En su cuenta de Twitter, publicó la foto de una mujer sin ropa en su torso, en pasamontañas, parada frente a la estatua de Juan Pablo II, en la Universidad Católica y la comparó con el cuadro del pintor Eugène Delacroix en el que la Libertad avanza representada como una mujer con los pechos descubiertos, imagen icónica de las protestas ocurridas en París en 1830.

Sobre esa imagen escribió: "Las francesas tenían, para la revolución francesa, pechugas más protuberantes, o al menos así lo pensó Delacroix… La calidad de la revolución se mide x el tamaño de los senos de sus musas. Si son turgentes, tanto mejor. Me temo que Chile deberá esperar".

Ambas intervenciones fueron calificadas de misóginas y cómplices de la violencia que viven a diario las mujeres del país y que han salido a protestar para delinear conceptos básicos de respeto, convivencia y fraternidad.


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