Se respira emoción y alegría en Kiev, la capital de Ucrania. Sus más de 3 millones de habitantes, son hoy día los espectadores privilegiados de la final de clubes más importante de Europa. Este sábado 26 de Mayo, a las 15:45 horas de Chile, 70 mil espectadores tendrán el privilegio de ver en directo la 62ª final de la Champions League entre el Real Madrid y el Liverpool, en el Estadio Olímpico de Kiev.
Las calles de la capital, comienzan a llenarse de poleras rojas y blancas, que sólo nos dicen una cosa: Ucrania se abre al mundo. Basta un rápido recorrido para ver cómo varias marcas globales han comenzado a instalarse en el comercio del país, algo impensado hasta hace un par de años.
Resulta fundamental para la estrategia de algunas marcas su apertura a explorar nuevos mercados, más aún si lo hacen de la mano de eventos deportivos tan populares. Felipe Delgado, Country Manager de Heineken para Chile, dice: “No es casualidad que por más de 10 años consecutivos Heineken sea auspiciador oficial de la Champions. Nuestra marca está presente en 192 países e intentamos que todos los eventos a los cuales nos vinculamos sean de interés global y otorguen a nuestros consumidores experiencias de calidad y de excelencia de clase mundial, tanto en el ámbito deportivo como musical. No es casualidad que Heineken además auspicie el Mundial de Rugby, la Fórmula 1, Coachella, Primavera Sound, Mysteryland en Holanda y otros importantes festivales en todo el mundo”.
La final que se juega este sábado, no sólo dejará un campeón de la Champions League, sino que también le dará a Kiev y a Europa del este en general, una apertura al mundo y una vitrina que no veía desde hace 10 años, cuando en el estadio Luzhniki de Moscú, el Manchester United de Sir Alex Ferguson se coronó campeón de la Champions League tras derrotar a penales al Chelsea, dirigido por el técnico israelí Avram Grant.