El 21 de mayo de 1983, David Bowie llegó al número uno de las listas de Billboard con "Let's Dance", una de sus canciones más icónicas y que da nombre a su decimoquinto álbum de estudio.
El tema fue el primero del Duque Blanco en conquistas las listas de ambos lados del Atlántico, y marcó un giro estético en su música, apuntando a un público más juvenil.