Un joven aprendió a nunca más hacerse el gracioso con un mono. En un templo sagrado de la zona de Dehua, China Oriental, un muchacho empujó al animal y éste le dio una paliza.
El asiático hizo que el macaco cayera por la varando, pero regresó para vengarse. Mientras el agresor corría hacia un refugio, el primate lo siguió y al resguardarse, frenó.
Sin embargo, un grupo de simios entró al edificio y golpearon hasta herirlo de gravedad en sus mejillas y labios. Según The Sun, otras personas tuvieron que salvar al bromista para que la agresión no pasara a mayores.
Puedes revisar el ataque a continuación:
Y las consecuencias: