Ryan Reynolds se puso un traje de Deadpool de color rosa para sumarse a la campaña Fuck Cancer para pedir fondos que irán destinados a la organización sin fines de lucro Omaze, que se dedica a investigar esta enfermedad.
El actor señaló que "esta es una pelea en la que todos pueden ser héroes, no se necesitan superpoderes, capas ni disfraces sino solo tu dinero. En serio, lo necesitamos, estos trajes no son baratos", con el peculiar sentido del humor del personaje.
Todos los que colaboren serán parte de un sorteo en el que se regalará esta peculiar y rosada versión del traje del mercenario. Para quiénes se pregunten de qué le sirve, el mismo Reynolds muestra las diversas utilidades que tiene, las que puedes ver a continuación: