Cuando una mujer en Guinea buscaba a N'na Fanta Camara para que la ayudara a quedar embarazada, esta le daba una mezcla de hojas, hierbas y otros medicamentos como poción. Las pacientes pagaban $20 mil por los servicios de la curandera, en un país donde el salario mensual promedio es de alrededor $30 mil.
700 aspirantes a madre de entre 17 y 45 años recibieron la "cura" del embarazo de la mujer, pero resultó ser una estafa. Las que adquirieron el brebaje solo se hinchaban, por lo que pensaban que estaba en cinta.
Camara fue denunciada y condenada a cinco años de prisión por fraude, en una sentencia que sus víctimas consideraron demasiado débil. Dos de sus cómplices también fueron encarceladas.